01 marzo 2007

La Lección Imprescindible

Alguna vez he comentado (y si no lo hago ahora) que hay dos libros que me sirvieron de inspiración a la hora de montármelo por mi cuenta. Son El Gran Empujón y Un Adiós a la Empresa. Dos libros que recomiendo de la primera a la última página.

El escritor de ambos libros es José Félix Pérez-Orive y podéis ver una extensa entrevista justo aquí.

De ella destaco este extracto:

Pregunta: Quiero ser una máquina de hacer dinero. ¿Me puede decir qué debo de hacer para eliminar de mi cabeza todo lo que pueda impedirme perder mi tiempo en algo que no sea productivo?

Respuesta: La primera es que controles tu tiempo. Procura cuando haces algo dedicarle el tiempo mínimo que necesita esa tarea para ser desarrollada. Por ejemplo, no se puede escribir un informe en 4 horas, utilizando 6 días, sino que tienen que ser esas cuatro horas corridas.

Segunda: pregúntate siempre de qué manera puedes contribuir a cualquier cosa. Para llegar del 0 al infinito, esto en la empresa no falla, basta una cosa. Cuando alguien diga quién quiere hacerse responsable de algo, rápidamente levanta la mano. Subirás como la espuma y te llamará la atención las pocas personas que la levantan.

Tercera: Procura tener sólo una prioridad. Suelo decir que la segunda prioridad mata la primera, salvo que forme parte de ella. Tener una sola prioridad permite la concentración del esfuerzo, que es el secreto de la eficacia. La regla de oro para fijar prioridades es empezar por las posterioridades. Vete eliminando todo aquello que no te entusiasme, y terminarás quedándote con sólo, como mucho, 1 ó 2 ilusiones. Ahí es donde te lo juegas todo.

Última regla: no trates de resolver problemas. Resolver problemas es difícil y además te lleva siempre atrás. Busca explorar oportunidades. Una oportunidad oportuna es la estrella que conduce a Belén.

No tiene desperdicio...

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