Motos por el carril bus de Sevilla
El pasado 17 de noviembre leí no sin cierto escepticismo que el Ayuntamiento de Sevilla (en un alarde de valentía poco habitual en sus iniciativas) está planteándose la posibilidad de permitir a los usuarios de motocicletas circular por el carril bus (sólo por aquellos con anchura suficiente), hasta ahora reservado para taxis y autobuses. El enlace la noticia es este. Las razones esgrimidas en el artículo sen resumen en sólo una: favorecer el uso de motocicletas como medio de desplazamiento a motor privado frente al uso del turismo ya que están contaminan menos y ocupan mucho menos espacio, por lo que se reducirían los atascos.
Ayer 22 de noviembre ya me he encontrado esta otra noticia donde los conductores de taxis y de autobuses de la Capital muestran su rechazo a la medida. Personalmente encuentro lógica la preocupación de los conductores de autobuses al plantear que se podría generar cierta inseguridad en la circulación pues «pues hablamos de vehículos frágiles que se enfrentarían con autobuses de seis toneladas» y a lo que añado que la visibilidad que se tiene de una moto desde la cabina de un autobús sería cuanto menos reducida.
En cambio las declaraciones del gremio de taxistas es mucho más dura y considera la medida como «descabellada y sin sentido» y tacha a los motoristas de ser «obstáculos en la vía», curioso punto de vista el de un gremio que no destaca precisamente por prestar una especial atención a las normas de circulación y al respeto por los demás conductores (hace años que no veo a un taxi usar un intermitente). No quiero entrar en polémica pero escribiendo esta entrada se me acaba de ocurrir que si se dan tantas facilidades a los usuarios de motocicletas como plantea la medida (aparcamientos autogestionados y acceso al centro histórico además del uso del carril bus) ¿no es verdad que la demanda de los servicios de los taxis podría caer?.
En definitiva apoyo sin condiciones la medida del Ayuntamiento de Sevilla, es más animo a que se vaya más allá. Si se favorece el uso de motos para acceder a la capital desde el área metropolitana ¿cuántas horas de atascos y toneladas de contaminación se evitarían? ¿Alguien es capaz de soñar con una A-49 con circulación fluida un lunes a las 08:30?.
Vaya, a ver cuando podemos ver anunciadas rutas turísticas en scooter por Sevilla como ya se hace en Barcelona.
Ayer 22 de noviembre ya me he encontrado esta otra noticia donde los conductores de taxis y de autobuses de la Capital muestran su rechazo a la medida. Personalmente encuentro lógica la preocupación de los conductores de autobuses al plantear que se podría generar cierta inseguridad en la circulación pues «pues hablamos de vehículos frágiles que se enfrentarían con autobuses de seis toneladas» y a lo que añado que la visibilidad que se tiene de una moto desde la cabina de un autobús sería cuanto menos reducida.
En cambio las declaraciones del gremio de taxistas es mucho más dura y considera la medida como «descabellada y sin sentido» y tacha a los motoristas de ser «obstáculos en la vía», curioso punto de vista el de un gremio que no destaca precisamente por prestar una especial atención a las normas de circulación y al respeto por los demás conductores (hace años que no veo a un taxi usar un intermitente). No quiero entrar en polémica pero escribiendo esta entrada se me acaba de ocurrir que si se dan tantas facilidades a los usuarios de motocicletas como plantea la medida (aparcamientos autogestionados y acceso al centro histórico además del uso del carril bus) ¿no es verdad que la demanda de los servicios de los taxis podría caer?.
En definitiva apoyo sin condiciones la medida del Ayuntamiento de Sevilla, es más animo a que se vaya más allá. Si se favorece el uso de motos para acceder a la capital desde el área metropolitana ¿cuántas horas de atascos y toneladas de contaminación se evitarían? ¿Alguien es capaz de soñar con una A-49 con circulación fluida un lunes a las 08:30?.
Vaya, a ver cuando podemos ver anunciadas rutas turísticas en scooter por Sevilla como ya se hace en Barcelona.
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